jueves, 5 de julio de 2012

Las leguleyadas

Archivo de El Faro: El hombre que ya no vio el poder


Anoche, una de las más respetadas diputadas del FMLN, Norma Guevara, repetía en la televisión una hilera de justificaciones legales para sustentar sus acciones contra la Sala de lo Constitucional. Sus argumentos legalistas me recordaron de una vez en que Schafik Hándal se enojó conmigo porque le dije que los periodistas debíamos ser equilibrados.


-¡No podés ser equilibrado! No se puede ser balanceado, tenés que estar de parte de lo justo. ¡Tomar partido!, me dijo en el tono regañón que usaba para disentir.

-Pero hay matices, un periodista debe matizar. Cuestión de método, le dije.

-¡Son leguleyadas!, insistió.

Tiempo después, tras una larga entrevista en la que justificó las bonanzas del Alba, Hándal demoró más de una hora en tratar de convencerme de lo siguiente: siempre hay que diferenciar entre lo legal y justo.

Ayer volví a recordar esa conversación. Creo que lo que la diputada Guevara defendía era legal, pero no justo. Defender un decreto dedicado expresamente a una persona –Berlamino Jaime-,  firmado y aprobado en menos de 24 horas, es cuánto menos una leguleyada.  Sin embargo, el caso de la diputada Guevara es de los menos graves. Ella defiende su verdad y creo que ella piensa con todas sus fuerzas que los magistrados de la Sala de lo Constitucional son de derecha. Ese bando al que siempre enfila su artillería un comunista que se precie de serlo.

Yo creo que el problema no es de izquierdas y derechas. El problema serio, creo yo, está en el pleno, entre  los colegas de la diputada Guevara.  Entre esos diputados que saben distinguir lo legal de lo justo, pero se quedan defendiendo leguleyadas.

2 comentarios:

laBartleby dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
laBartleby dijo...

Es un problema serio, la resolución concreta le favorece a quien le fue mejor en los resultados electorales.El problema es nuestra constitución porque responde a mantener el status quo, esa Cn no fue cuestionada por el FMLN ni es cuestionada, ya que ésta favorecerá a quien tenga el poder político y económico.